¿Y las Ong’s dar fe de su transparencia y eficacia haciendo llegar donativos directamente a terreno sin intermediarios y compartiendo emociones con sus donantes?
¿Y las personas sentir que muchas pequeñas fracciones de sus compras van directas a beneficiarios de las causas que ellos eligen y pueden compartir la generación de bienestar que generan con sus círculos personales, voluntarios, empresas y Ong’s?
La respuesta a la pregunta que titula(claramente un sí ) se encuentra en las dos segundas, vamos a ponernos en contexto.
- Una persona prefiere comprar productos y servicios de marcas que consideran socialmente responsables. (entre otros motivos por los cuales las empresas tienen semejantes presupuestos en RSC, es cuestión de evolución de los mercados y competencia y los factores de diferenciación de empresas, de la “LA CLAVE ESTA EN PRODUCIR MUCHO” a la “CLAVE ESTA EN ENCANTAR MUCHO, y la filantropía mola.
- Las empresas encuentran en la filantropía una vía de generación de engagement con sus clientes.
- Las personas con inquietudes solidarias dejan de aportar sus granos de arena por la ceguera sobre sus efectos y cierta desconfianza por el destino de la ayuda
- Estamos entrando en la era de las criptomonedas y smartcontracts gracias a la tecnología blockchain. Viva la transparencia y el consenso. Bienvenidos al futuro, abróchense sus cinturones.
- Como seres humanos nos gusta pertenecer, superarnos, medirnos y compararnos, tener una posición en nuestro circulo social, y de paso perpetuar nuestra especie, y no nos referimos a lo que todo el mundo piensa.
- En el mundo hay más smartphones que cepillos de dientes.
- Al ser humano le gusta jugar
En este contexto nace Shelpin.
¿Nos ayudas a responder la pregunta que titula el post?